La madre soltera Hillary le gustaba las actividades al aire libre, escalar o practicar deportes. Decía que esas actividades le permitía desconectarse del agite de la ciudad y agarrar nuevos aires. Es algo que jamás iba a dejar de hacer. Aunque no era sola que practicaba esas actividades, tenía amigas y 2 de sus hijas que compartían la misma pasión.
Era una mujer trabajadora que vivía con sus 3 hijos en el centro de la ciudad, no había podido mudarse a una zona más tranquila porque el trabajo de ella y la de sus hijas no se lo permitían. Pero así tenían mucho tiempo, su ritmo de vida era algo agitado. Levantarse temprano todas las mañana, desayunar apurada y salir veloz antes de que le agarrara el tráfico. La misma rutina de regreso a casa.
Pero el fin de semana era diferente, tomaban sábado y domingo para realizar actividades que las alejaran del tráfico y del bullicio de la gente. Hace tiempo estaban planificando una gran caminata en las montañas, le habían dicho que cerca había una cascada maravillosa donde podían bañarse y pasarla bien. Nunca había visitado esas montañas, para Hillary era un reto y una gran aventura, total ya era una veterana en excursiones e iba con una amiga y dos hijas suyas.
La excursión
El día había llegado, se levantaron muy temprano el día sábado, su plan era regresar a casa el domingo al final de la tarde. Prepararon el coche con todo lo necesario y salieron rumbo a las montañas. En el camino conversaban y constataban que tuvieran provisiones, jamás salían desprevenidas.
Llegaron y dejaron el carro estacionado en la entrada y partieron las 4 chicas rumbo a las montañas. Caminaron mucho, ya al finalizar la tarde de ese día sábado decidieron acampar cerca de unos árboles. La noche fue estupenda, era una noche estrellada de luna llena, todas estaban felices. Aún la cascada no la veían.
Extraviadas en el bosque
A la mañana decidieron partir muy temprano a ver si antes del mediodía lograban llegar a la cascada. Caminaron por 3 horas y las 4 mujeres ya estaban cansadas y preocupadas, notaron que estaban extraviadas porque la cascada no estaba donde creían que estaba. No fue así.- Decidieron emprender el viaje de regreso, habían avanzado mucho y a su alrededor lo que había eran árboles y más árboles. Pero aún no perdían las esperanzas y siguieron la marcha de regreso. Sin embargo, la noche les había caído una vez más y era el día en el que ya debían estar en casa, al día siguiente todas debían ir a trabajar. La comida que cargaban ya se les estaba acabando.
- Hillary decidió al día siguiente tomar un rumbo contrario, pero nada, no conseguían el camino de rumbo. Para ella todo era distinto, decía “por aquí no habían pasado”. ¿Qué fue lo que le había ocurrido? ¿Por qué se perdieron? Algo no salió bien.
Ya era 2 días extraviada y la angustia de Hillary y sus hijas era grande, su amiga también estaba en las mismas. Pero ya finalizando el día 2, notaron a lo lejos unas personas, eran rescatistas! Qué felicidad! La familia al ver que no regresaban llamó a emergencia. Una experiencia inolvidable.
Síguenos en Google News 
¡Qué exageración! Seguro la madre soltera solo quería un poco de aventura. #ExcursiónSinDrama
¡Esta madre soltera debería haber llevado un GPS! ¿Quién se pierde en una excursión?
¡Vaya comentario insensible! Todos nos perdemos en algún momento, incluso con un GPS. En lugar de juzgar, deberíamos mostrar empatía y ofrecer ayuda. Seamos comprensivos en lugar de críticos.
¡Esta madre soltera necesita un mapa y un GPS! ¿Cómo pudo perderse en una excursión?
Wow, qué comentario tan desconsiderado. Las madres solteras también pueden tener desafíos y cometer errores, como cualquier otra persona. En lugar de criticar, podrías mostrar empatía y ofrecer ayuda. Recuerda, nadie es perfecto.