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Se llamaba Luisa, tenía 4 hijos (3 hembras y el menor, un varón). Hace mucho tomó rumbo solitario en la crianza de sus hijos que tuvo con 2 hombres distintos. El destino no le jugó bien y luego de una salida a divertirse alguien le quitó la vida, dejando a sus hijos huérfanos.
Luisa y sus 4 hijos
A Luisa le gustaba divertirse, no siempre fue una mujer recta en su camino, a veces elegía mal sus amistades y sus pretendientes. En ocasiones se drogaba y bebía hasta que ya su cuerpo no daba para más. Incluso amigos la llevaban casi a rastra a su casa. Cuando cumplió la mayoría de edad abandonó su familia y se fue a vivir con amigos.
Viviendo a parte conoció a dos hombres que también llevaban mala vida, incluso tenían prontuario policial. Al primero que tuvo y con el cuál mantuvo unos 3 años de relación, le dio dos hijos. Cuando su última hija nació el hombre fue asesinado en un escape con la policía. Luego, conoció a otro que no paraba de pegarle, incluso abusó sexualmente de su hija mayor.
A este último le dio 2 hijos más, y así quedó. Pasaron muchos años y sus hijos fueron creciendo. Ella aprendió a ser buena madre, pero no dejó de salir a divertirse. Era una gran preocupación de sus hijos porque a Luisa también le gustaba beber y drogarse.
Trabajando para la manutención de sus hijos
Luisa trabajaba mucho, en el día era mesonera y en la noche atendía una estación de servicio. Pero era el fin de semana que ella dedicaba a sí misma, acostumbraba a salir sola en búsqueda de algún acompañante que la hiciera sentir bien.- Sus salidas era con pandilleros que conducían motos de alta cilindrada, con los cuerpos tatuados y musculosos. No eran de fiar porque sus vidas estaban llenas de delitos de todo tipo, pero a Luisa le encantaba los chicos malos.
- Ella se olvidaba del mundo cuando estaba con ellos, ingresaba al bar y hasta entrada en la madrugada estaba allí. Llegaba a su casa y sus hijos desvelados la llevaban a su habitación para que descansara.
El momento de su muerte
Fue un viernes, terminó su jornada en la estación de servicio, llegó a su casa muy contenta porque sabía que saldría en la noche. Emocionada estuvo mucho tiempo maquillándose y eligiendo la ropa que se iba a colocar. Esta iba ser su noche.
Pasaban las 11 de la noche y se dio cuenta que su amiga no la iba a recoger, entonces llamó a un amigo. Sin embargo, el amigo no llegó, envió a alguien a buscarla. Cuando llegó, cargaba una Harley Davidson y una chaqueta negra, con botas altas y llenó de piercing.
Cuando andaban en la motocicleta, ella notó que no iban al lugar que ella esperaba, sino que se alejaron a un granero fuera de la comunidad. Al llegar se dio cuenta que habían otros de esos “amigos”. Entre todos la agarraron y la golpearon hasta ya no verla con vida.
Así terminó cuando uno de ellos se dio cuenta que Luisa no era mujer de un solo hombre, por ello el Jefe de la banda no la perdonó por su infidelidad y la mató con algunos de sus secuaces. Sus hijos quedaron huérfanos.
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¡Qué tristeza! Pero también debería haber sido más responsable y no descuidar a sus hijos.
¡Qué tristeza! Pero ¿y si la madre no debería haber estado divirtiéndose en primer lugar? 🤔
¡Vaya, qué juicio tan rápido! ¿Quién eres tú para decidir cómo debe divertirse una madre? Todos merecemos momentos de alegría y descanso, incluso las madres. No juzguemos sin conocer todas las circunstancias.
¿Y si la madre no hubiera salido a divertirse? ¿La culpa es de ella?
No es cuestión de culpar a la madre por salir a divertirse, sino de responsabilidad y precaución. Si la madre no hubiera salido, el accidente no habría sucedido. Todos debemos tomar decisiones conscientes para proteger a nuestros seres queridos, incluso si eso significa renunciar a la diversión ocasionalmente.